La retinopatía diabética es una de las cinco principales causas de ceguera en Europa. Su tratamiento requiere una estrecha colaboración entre el oftalmólogo, el diabetólogo y el médico general.
El equilibrio de la diabetes y un posible tratamiento con láser son la garantía de preservar la visión.
La prevalencia es del 2% al 2,5% de la población española, el 90% de los pacientes tienen diabetes de tipo 2.
La diabetes se produce cuando los niveles de glucosa en la sangre en ayunas son mayores o iguales a 1,26 g/l.
El elemento más importante para controlar la buena estabilidad de la diabetes es la medición de la hemoglobina glicada (o glicosilada) llamada HbA1c, que no debe superar el 7%.
Los valores más altos muestran una diabetes inestable y mal controlada que puede provocar complicaciones en diferentes lugares (ojos, riñones, pies…).
¿Desde cuando existe la retinopatía diabética?
Susruta de la antigüedad evocaba lo que él llamaba: «orina de miel, esa enfermedad que golpea a los ricos… el enfermo se vuelve más delgado, cansado, sediento y orina mucho. Las hormigas se amontonan alrededor de la orina, las infecciones son frecuentes. »
A lo largo de los siglos se entendió que el páncreas era el órgano necesario para regular los niveles de azúcar en la sangre.
Paul Langerhans en 1869 describió los islotes que llevan su nombre y que secretan insulina.
En ese momento la insulina no estaba individualizada y se decía: «El diabético, si no se trata, se llevará la tuberculosis; si se trata, sucumbirá al coma acetónico».
En 1855 Eduard von Jaeger describió la retinopatía diabética y dibujó una imagen de la retinopatía con exudados y hemorragias.
Con el desarrollo del oftalmoscopio, se hizo posible el examen del fondo de ojo del diabético.
Detección y seguimiento de la retinopatía diabética:
- Diabetes de tipo 1:
* Examen del fondo de ojo tan pronto como se descubre la diabetes (en niños, primer examen a la edad de 10 años)
*Fondo de ojo anual, luego primera angiografía a los primeros signos de retinopatía diabética (y posiblemente sistemáticamente después de 5 años de diabetes)
- Diabetes de tipo 2:
*Examen del fondo de ojo ante los primeros signos de retinopatía diabética (y posiblemente una angiografía sistemática al descubrir la diabetes)
*Más frecuente o monitoreo anual dependiendo de los resultados del primer fondo.
- Vigilancia de la retinopatía diabética
* No hay retinopatía diabética: monitoreo anual del fondo de ojo
* Retinopatía mínima: FO anual + angiografía
* Retinopatía moderada no proliferativa:
– FO + angiografía cada 6 meses a un año dependiendo de la maculopatía asociada.
– si el tratamiento con láser macular, FO + angiografía 4 a 6 meses después del tratamiento
* Retinopatía diabética severa no proliferativa (o preproliferativa):
FO + angiografía cada 6 meses
* Retinopatía proliferativa:
Fotocoagulación panretinal (velocidad según la gravedad de la RD)
FO + angiografía 2 a 4 meses después del final del tratamiento
(En casos especiales, pueden indicarse controles angiográficos a intervalos más cortos que los prescritos).
Tratamientos
El objetivo del tratamiento general es obtener una hemoglobina glicosilada (o glicada) de menos del 7%, una presión arterial menor o igual a 14/8, dejar de fumar, control de peso y un correcto balance de lípidos.
Los progresos actuales en el tratamiento se deben a una mejor autovigilancia, mejores técnicas de terapia de insulina y una buena educación de los diabéticos.
El ejercicio físico será un factor favorable.
El tratamiento de la RD combina el equilibrio entre la diabetes y la fotocoagulación con láser.
Retinopatía diabética proliferativa:
El objetivo es destruir las áreas isquémicas.
Después de haber puesto gotas anestésicas, se coloca un aparato de observación con tres espejos sobre el ojo.
Se llevan a cabo de cuatro a seis sesiones de 500 impactos cada una para alcanzar un total de 2000 a 3000 impactos.
En caso de opacidades (sangrado del vítreo) se utiliza un láser de argón verde monocromático o un láser de criptón.
Los impactos son de 500µm de diámetro, con un tiempo de exposición de 0,1 segundos, siendo la potencia utilizada una función del resultado.
El objetivo es obtener un impacto blanco y claro sobre la retina.
Los resultados son generalmente excelentes y los neovasos desaparecen tres meses después del tratamiento.
Esto previene la ceguera.
Aunque disminuirá su campo de visual debido a la cicatriz que le saldrá sobre la retina.
Algunas retinopatía diabética que proliferan conducen a una fotocoagulación de emergencia y el paciente es entonces hospitalizado para este tratamiento; es una carrera contra el tiempo.
Si hay una hemorragia vítrea severa, no será posible el tratamiento con el láser.
En caso de hemorragia vítrea, puede ser necesaria una vitrectomía y puede ser necesario reemplazar el vítreo.
Esta operación quirúrgica se acompañará de un láser endocular intraoperatorio.
El cirujano retinólogo está acostumbrado a este difícil tipo de cirugía.
Determinará la indicación de la vitrectomía según diversos criterios clínicos, generales y angiográficos.
Maculopatía diabética
La forma exudativa es particularmente difícil de tratar.
El oftalmólogo puede a veces realizar una fotocoagulación perimacular con láser, pero la indicación del láser es muy delicada.
No existe un tratamiento para la maculopatía isquémica.
Ha habido avances significativos en el tratamiento de la retinopatía diabética.
Es una condición común que a veces se subestima o se descuida.
La retinopatía diabética ya no debería detectarse en la fase de complicación.
La educación de la población y de los ópticos optometristas, es muy importante para evitar muchos casos de ceguera.